Es una práctica sencilla, fácil y gratuita pero con muchos beneficios a la salud. Se trata simplemente de conectar nuestro cuerpo a tierra a través del contacto directo de nuestra piel con la superficie de la misma o con dispositivos diseñados para ello.
Los seres humanos somos cuerpos eléctricos, y nuestro cerebro, corazón, sistema hormonal y endocrino están regulados por señales bioeléctricas.
Actualmente, nuestro estilo de vida moderno, nos separa del contacto con la tierra. Esta desconexión contribuye a disfunciones fisiológicas y al malestar físico y psíquico. Antiguamente, los humanos caminábamos descalzos, dormíamos en el suelo o sobre pieles. Pero la vida moderna nos ha aislado del flujo de electrones libres que nos suministra la tierra al vivir, trabajar y pasar la mayor parte de nuestro tiempo aislados por nuestros calzados e incluso estando a grandes alturas.
Actualmente, nuestro estilo de vida moderno, nos separa del contacto con la tierra. Esta desconexión contribuye a disfunciones fisiológicas y al malestar físico y psíquico. Antiguamente, los humanos caminábamos descalzos, dormíamos en el suelo o sobre pieles. Pero la vida moderna nos ha aislado del flujo de electrones libres que nos suministra la tierra al vivir, trabajar y pasar la mayor parte de nuestro tiempo aislados por nuestros calzados e incluso estando a grandes alturas.
La tierra está expuesta a rayos eléctricos, radiación solar y otros fenómenos atmosféricos, lo que supone un aporte constante de electrones con carga eléctrica negativa. En su superficie encontramos un número ilimitado de electrones libres. Los procesos de nuestro cuerpo liberan radicales libres constantemente. Estos generan oxidación y en su exceso, pueden perjudicarnos. Por esto es importante que a diario aportemos electrones al cuerpo, ya que nos ayudan a neutralizar los radicales libres. Aunque el oxígeno es esencial para la vida, la molécula de oxígeno en sí misma es extremadamente tóxica, y el organismo utiliza distintos procesos antioxidantes para mantener la concentración de oxígeno baja en los distintos tejidos.
Beneficios del grounding:
Anti-inflamatorio: los radicales libres del cuerpo están cargados positivamente y buscan un equilibrio eléctrico siendo “ladrones” de electrones de los tejidos, generando daño tisular. El grounding permite la entrada de electrones neutralizando así a los radicales libres y disminuyendo la inflamación crónica.
Mejora del flujo sanguíneo: mejora la viscosidad sanguínea y disminuye la posibilidad de trombosis, además al tener un efecto anticoagulante ayuda a reducir el riesgo cardiovascular.
Disminución del estrés: ayuda a normalizar los niveles de cortisol, calmando la actividad eléctrica cerebral, la tensión muscular y activando el sistema nervioso parasimpático.
Mejora de la calidad del sueño y la cicatrización: acelera el proceso de curación, ya sea de heridas, cirugías o quemaduras.
Mejora de la calidad del sueño y la cicatrización: acelera el proceso de curación, ya sea de heridas, cirugías o quemaduras.
Recuperación tras ejercicio intenso y efecto anti-envejecimiento: por su gran poder antioxidante.
Incorpora este gran hábito a tu vida diaria, descalzándote en la naturaleza durante al menos 20 minutos al día y notarás mejoría a nivel general de tu salud, tanto emocional como física.